¿Tienes la “espinita” de empezar a correr este año? En este pequeño artículo te daremos los ocho puntos que no debes ignorar para empezar en el mundo del running… ¿Estás listo? Pon atención:
1. Siempre será mejor en equipo: Si bien el deporte de correr es individual y puede llegar a ser solitario, siempre es mejor en equipo, y con la asesoría de un experto. Correr no es sólo “caminar con prisa”, correr tiene una mecánica diferente a la de caminar, y aunque es un movimiento natural, no todos tenemos la biomecánica más recomendable para poder correr por varios kilómetros sin lastimar nuestras articulaciones, huesos o músculos. Si no has tenido asesoría alguna en este deporte, busca algún grupo o equipo que te ayude a iniciar de la manera correcta; ya que lo complicado no es aprender, si no cambiar lo antes aprendido.
2. El calzado sí importa: Vayas a correr 100 mts o más de 5 kilómetros, es importante que te asesores para hacerlo con un calzado adecuado, de otra manera corres el riesgo de que la estructura de tu calzado aumente una mala pisada, por eso es mejor buscar calzado de pisada neutral y mejor concentrarse en pisar de manera correcta. Las marcas con calzado para correr están capacitados para recomendarte un calzado acorde a la utilización que le vayas a dar, pero si no conoces la marca o modelo, siempre es buena idea probartelos en tienda, y aunque la gente te vea raro, busca trotar un poco en ese espacio y hacer algunos saltos.
3. Entrena en buenas condiciones: No es recomendable hacerlo si estás desvelado, agripado o deshidratado. Ese conocido dicho mexicano de “sudar la enfermedad” es un mito urbano. Si bien, el ejercicio genera endorfinas y te hace sentir mejor por unos momentos, hacerlo en malas condiciones será contraproducente a las pocas horas y no alentará tu recuperación.
4. Las partes básicas de un entrenamiento: bajo ninguna circunstancia corras sin calentar tus articulaciones y músculos, y tampoco termines tu sesión sin estirar. 5. Superficies para correr: si te estás iniciando en el deporte, busca hacerlo en terrenos blandos: tierra, arcilla o pasto. Deja el asfalto y tartán para más adelante, pues primero debemos fortalecer las cadenas musculares que trabajan al correr. 6. La frecuencia: No es necesario hacerlo todos los días. Estas usando músculos, tendones y ligamentos que antes no hacían ese tipo de entrenamiento, dale tiempo al cuerpo a recuperarse antes de volver a ponerlos en acción. Por supuesto con un programa para tu nivel no tendrás que preocuparte por este punto.
7. Correr no lo es todo: Antes de meter más volumen y aumentar la frecuencia o intensidad de tus sesiones de entrenamiento, debes complementarlo con un buen trabajo de fuerza. Eso nos lleva nuevamente a: asesórate de un experto.
8. Haz una cita: Si estás descubriendo el deporte y sobre todo el desarrollo del hábito deportivo, “quedar con alguien” para ir a correr y luego a desayunar, siempre aumenta las posibilidades de que suceda, te lo digo por experiencia, así que piensa bien con quien puedes quedar.
El deporte es una de las mejores escuelas de vida, así que, ¡a correr!
Por Marisol March